Empanadillas al horno... ¡A cuatro manos!

lunes, 23 de octubre de 2017

¡Buenas tardes! 

Nueva semana, nueva entrada... 

Como sabéis, la semana pasada se me ocurrió hacer algo diferente para preparar la entrada de hoy. Preparé una encuesta para ver qué temas os gustaría que salieran en mi blog. 

Y los resultados han sido...

¡A COCINAR!

Así que os he traído la receta que preparamos Marcos y yo anoche para enseñárosla. Marcos es mi gran ayudante de cocina y, en cuanto le decimos de cocinar algo, enseguida dice que sí. Por eso le hemos regalado una cocinita de madera para su cumpleaños, ya os contaré más sobre este tema en otra entrada porque ahora estamos en proceso de decoración (eso sí, ya nos ha preparado unos buenos bocadillos de salchichas y queso... Y de los que no engordan, así que mejor). 

Marcos disfruta cocinando... Y comiendo. 

Y como #LoCaseroSiempreEsMejor, ha probado las empanadillas y le gustan (creo que va más allá de "gustar", más bien le apasionan), ayer nos pusimos hacer nuestras propias empanadillas con la receta que subió Susana (@webosfritos) a su instagram hace unas semanas.

Os animo a prepararlas porque son muy sencillas y el resultado es M A R A V I L L O S O ♥


 Un vaso de salsa de tomate (el mío es comprado)
 Una bolsa de aceitunas sin hueso
 Medio bote de bonito en aceite
 Un huevo -duro-
 Obleas de empandillas
 (Opcional: El aceite. Con este tomate no necesité más, yo no lo usé)

Os invito a seguir a Susana y familia por instagram y su blog porque nos enseña unas recetas geniales para el día a día. Y ella, mejor que nadie, lo explica a la perfección.

¡Vamos allá!

Empezamos poniendo a hervir el agua para hacer un huevo duro y, mientras, vamos picando el resto de los ingredientes: aceitunas y bonito.


Ponemos el tomate en la sartén y dejamos que vaya sofriendo. Cuando ha perdido un poquito de su agua, echamos todos los ingredientes picados. En la receta de Susana también ponía cebolla pero como yo soy intolerante, en casa no entra la cebolla ni cebolletas, ni cebollino...

Seguimos...

No necesita más que unos minutos a fuego medio para que todos los ingredientes se impregnen con el tomate. Después, dejamos reposar para que se enfríe y podamos rellenar mejor las empanadillas.

Mientras mi ayudante va batiendo el huevo, podemos ir poniendo a precalentar el horno a 200ºC.


Cuando está el relleno listo y el horno precalentado, podemos ir montando las empanadillas: una cucharada sobre cada oblea.


¡Y cerramos! Con estas cantidades me han salido catorce empanadillas.

No van fritas, sino al horno así que le podemos dar un toque de pincel con huevo batido para que cojan un bonito color dorado. Marcos os enseña a hacerlo, ¡mirad!

Se moja el pincel en el huevo batido...


Y se pinta sobre la empanadilla...


Alguna empanadilla entro algo destrozada al horno pero, ¡oye! Son caseras al 100%. Luego os enseño la empandilla esa de la foto, jaja.



"Marcos, ¿cuál quieres tú?"


Y la que sufrió su intensidad del pincel...


Pero buenísimas todas, las bonitas y las menos bonitas.

Ya tenemos una nueva receta en nuestra lista de recetas con cinco ingredientes. ¿Os animáis a cocinarlas? ¿Entráis a la cocina con vuestros peques?

Y la próxima semana...


Como queríais receta y yo no me decidía entre dulce y salado, os traigo las dos. Además, tengo una entrada pendiente sobre cocinar con los peques, como mami y como psicóloga.

¡Hasta el lunes que viene! ♥

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