Bizcocho de limón y cerezas confitadas

¡Buenos días de lunes!

Desde el lunes 14 de abril no tenía un lunes de trabajo. Sí, me gusta tener vacaciones pero cuando se tienen tan seguidas una se acostumbra y luego cuesta más arrancar. Preferiría tener unos días de descanso (esos "fines de semana largos") cada tres semanas o así, la verdad. Ahora ya no queda casi curso escolar pero el calor que empieza a hacer hace que las horas sean más largas. 

Sé que algunos me mataréis (o dejáreis de leerme ya...) pero me gusta mi trabajo y no me da tanta pereza pensar que mañana toca trabajar. Durante una temporada de mi vida tenía un trabajo que no me gustaba nada y se me hacía una cuesta arriba cada domingo por la noche...

Visto aquí 

Además, si no pasan los días y no llega mayo no hay fin de semana en Barcelona con Dear Lizzy y Janna Werner con Kits de Somni. ¡Quedan 11 días! Por cierto, estoy revisando fotos para ver de qué hacer los layouts y mini álbums y me he dado cuenta de que no tengo fotos mías...

Este fin de semana largo he aprovechado para preparar un bizcocho. La idea surgió al ver unos limones que tenía en la cocina que se estaban acumulando y empezando a ponerse feos. Esa ha sido la excusa y ha pasado por ser varios postres hasta que he encontrado ESTA RECETA: Los postres de Teresa.

 

• 4 huevos grandes, separando yemas y claras
• Una pizca de sal
• 150 gramos de azúcar
• 80 gramos de mantequilla, a temperatura ambiente
• 115ml de zumo de limón recién exprimido y la ralladura de un limón grande 
• 120 gramos de harina de repostería
• 12 gramos de levadura química
• Un bote de cerezas confitadas (reservad alguna para decorar)
• Para decorar (opcional): azúcar glass, una ramita de menta y cerezas confitadas

1. Precalentamos el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.
2. Empezamos montando las claras con ayuda de una pizca de sal. Cuando estén bien montadas, reservamos. Si giráis el bol y no se caen las claras, están bien montadas (no debe quedar líquido de claras). 
3. A parte batimos las yemas y el azúcar hasta que blanqueen (veréis que casi duplican su tamaño y que se hacen más claritas). 
4. Añadimos la mantequilla y seguimos batiendo. 
5. Añadimos el zumo y la ralladura del limón. En este momento la masa se agrieta un poco y parece que se deshace pero, no pasa nada, seguimos batiendo hasta que esté bien mezclado.
6. Tamizamos la harina y la levadura con ayuda de un colador (o tamizador) e incorporamos sobre la masa anterior. 
7. Cuando esté bien mezclado, añadimos las claras montadas con movimientos envolventes con ayuda de una espátula o una lengua. Con cuidado para no perder el volumen que nos da el haber montado las claras. 
8. Yo he querido añadirle un bote de cerezas que tenía en el armario. Si queréis hacerlo, las dejamos sobre una servilleta, las partimos por la mitad y echamos en la masa. 
9. Volcamos la mezcla en un molde (según el molde que uséis, puede que necesitéis enharinar y utilizar mantequilla antes de volcar la mezcla). El mío es el molde de 20cm de Lékue. 
10. ¡Y al horno! Yo lo he tenido 30 minutos en el horno, en la bandeja en el centro del horno. Si podéis, dejadlo enfriar un poco en el molde y luego lo desmoldaréis sin problema. 

Por dentro se queda muy jugoso. Es un bizcocho muy ligero, nada grasiento que va igualmente bien sin las cerezas (ha sido capricho mío para darle un toque más dulzón).

Yo solamente he podido comerme este trocito pero, al menos, os puedo dar mi opinión de primera mano (sí, lo pruebo por vosotros... jajajaja).

¡Qué aproveche!

Y como dice la postal que he preparado con la forma gratis de la semana de Silhouette Portrait: ¡FELIZ SEMANA! 

Gracias por las visitas y comentarios ♥